Se juntó todo, las ganas que tenía de hacer una escapada en moto, un invitación de una vieja amiga, el eterno deseo de volver a Menorca, la posibilidad de encajar a las niñas… y allá nos hemos ido.
Moto de Donostia a Barcelona, subir la moto al barco, unos días por las playas y calas menorquinas y vuelta. Una gozada. Aquí algunas fotos:
La moto cargada y preparada para salir.
La copiloto en un repostaje.
Paradita para comer algo.
Chiringuito el la playa de Son Bou.
Esperando para embarcar, ya de regreso.