Dias intensos en Mallorca

Hemos disfrutado mucho de este largo fin de semana en Mallorca. Tiempo buenísimo para pasear y dos muy buenos conciertos con nuevos amigos en Valldemossa y en Bunyola.

Por partes, Palma estaba preciosa, con esa luz, esa temperatura. El hotel estaba en lo alto, dominando toda la bahía, y lo suficientemente alejado del centro para que resultara obligatorio el paseo por el puerto deportivo.

Vista desde el hotel

La mañana del viernes disfrutamos de una visita guiada en torno a la catedral y el barrio antiguo.

Comenzando la visita en Palma

Muy interesante y amena.

La mañana del sábado, con igual metereología, seguimos con los sanos paseos por las callejuelas de Palma.

Por pura suerte, nos topamos con la celebración de una calçotada popular y benéfica, en la terraza de las murallas. Disfrutamos muchísimo y nos pusimos las botas. Aprendimos por fin entre muchas risas a comer los calçots.

En cuanto a los conciertos, comenzamos el viernes en Valldemossa. Muy amablemente, los integrantes de la Coral que hacían de anfitriones nos mostraron la famosa Cartuja de Valldemossa, y nos explicaron su historia.

Valdemossa, visita a la Cartuja

Vimos los espacios que utilizó Chopin durante su estadía en la isla. El concierto fue muy aplaudido por los locales y realmente disfrutamos cantando junto a ellos. Quizá el único pero de toda la jornada es que hacía bastante frio, pues Valldemossa está a cierta altura, en la Sierra de Tramontana.

Luego, nos agasajaron con una cena de productos regionales, en una preciosa terraza de la Cartuja y con una vista privilegiada de todo el valle.

El sábado, ofrecimos concierto en Bunyola, junto a la coral femenina de la escuela de música. La Coral Minuet. Un grupo de chicas, fenomenalmente dirigidas por Sofia Domènech. Me gusto mucho el equilibrio de las voces y su conjunción, y sobre todo el gusto que ponen en la interpretación. Vendrán a San Sebastián, no hay que perdérselas.

En acción en el concierto de Bunyola

Al margen del concierto, hicimos un paseo por las empinadas calles del pueblo, nos paramos en sus placitas, oímos las viejas historias y fue muy agradable.

Además, fuimos recibidos por el alcalde en el ayuntamiento. Eso es hacer bien las cosas!

Tras el concierto, volvimos a compartir degustación de productos locales que devoramos con deleite. Pasamos un gran rato con risas y canto. Muchas gracias.

Parte del grupo

Gran fin de semana en conclusión. Divertido e intenso.

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