Todo empezó el día en el que me di cuenta que me habían robado una chapa de plástico que remata la cerradura de contacto de mi BMW K 1100 LT. Me dio rabia, pero pronto me resigné a ir sin ese plástico. Lo que no había caído es en que, además de remate estético, la chapita protege el cilindro del clausor de la lluvia y de la suciedad.
Pues bien, con el tiempo, la moto me empezó a fallar. La llave no hacía bien contacto para poder arrancar. Al principio era un fallo esporádico, cerrabas el contacto, volvías a darle y funcionaba, pero últimamente, casi ni podía arrancar.
Tocaba desmontar y ver qué pasaba con el clausor. Efectivamente estaba muy sucio. Aquí el proceso y la solución.